Ingredientes: 300 gramos de mantequilla 2 huevos grandes 350 gramos de harina de repostería 250 gramos de azúcar Un poco de canela...
Ingredientes:
- 300 gramos de mantequilla
- 2 huevos grandes
- 350 gramos de harina de repostería
- 250 gramos de azúcar
- Un poco de canela en polvo
- Una pizca de sal
Preparación:
Las galletas de mantequilla que vamos a preparar con esta
receta son las de toda la vida, las auténticas galletas danesas que todos hemos
comido alguna vez. ¿Quién no recuerda esas cajas de lata decoradas rellenas con
sabrosas galletas?. Es muy sencillo prepararlas en
poco tiempo y con pocos ingredientes.
Te aconsejamos tener siempre todos los ingredientes
preparados, es decir, medidos y pesados los que sean necesarios y todos a mano,
para que la elaboración sea rápida y que no se nos olvide ninguno de los
ingredientes. En este caso la mantequilla y los huevos deben estar fuera del
frigorífico para emplearlos a temperatura ambiente.
Vamos a coger un recipiente amplio dónde podamos batir los
ingredientes, bien sea con varillas manuales o automáticas. Siempre es más
rápida la segunda opción, con la que se consigue además una mejor mezcla de
todo. Nosotros vamos a emplear una amasadora con varillas.
Lo primero que tenemos que verter en el vaso será la
mantequilla junto al azúcar, y batiremos hasta que se integren formando una
masa cremosa. Una vez hecho esto, agregaremos los huevos, volviendo a batir con
las varillas hasta que la masa que se obtiene sea homogénea y dónde todo esté
bien mezclado.
En un recipiente aparte tenemos que cernir la harina, con lo
que conseguiremos filtrar las impurezas o grumos que pudiera tener, ya que la
harina suele apelmazarse con el tiempo y no queremos encontrarnos esos molestos
grumos luego en las galletas. Una vez tamizada, la añadimos poco a poco en el
vaso donde batimos todo lo anterior, y volvemos a emplear las varillas para que
se vaya mezclando perfectamente. Añade también un toque de canela en polvo, una
o dos cucharaditas rasas, según quieras un sabor más o menos intenso. Al final
tiene que quedarnos una masa perfectamente homogénea y algo pegajosa.
Vamos a amasarla con las manos, con paciencia y esmero,
durante unos minutos. Emplead algo de harina para que no se os pegue la masa en
la mano. Al acabar haz una bola con ella, o dos para que resulten más
manejables, y mete cada una de ellas en papel de horno. Cúbrelas con este papel
y estíralas empleando un rodillo de cocina. Cuando las tengas bien extendidas,
déjalas reposar durante una hora o así, mejor si las metes en la nevera.
Cuando pase ese tiempo, enciende el horno y ponlo a 180ºC,
con el calor tanto por arriba como por abajo. Saca la masa de la nevera y
estírala un poco más con el rodillo, hasta dejarla del grosor que le daremos a
las galletas. Es muy importante no hacerlas demasiado gruesas, porque nos quedarán
crudas por dentro, pero tampoco muy finas, porque nos quedarían duras. Un
grosor de unos 5-7 milímetros es lo conveniente. Tal vez la primera vez no os
resulten perfectas, pero si vais anotando las medidas y los tiempos de
horneado, seguro que vais mejorando en las siguientes veces.
Retira el papel de horno de la parte superior de las
galletas, y con la ayuda de unos moldes de galletas, comienza a cortar la masa
para obtener las galletas. A medida que vayas cortándolas colócalas en la
bandeja del horno donde vayas a hornearla.
Cuando el horno haya alcanzado los 180ºC, mete la bandeja
con las galletas y hornéalas durante unos 15-20 minutos, ya que cada horno es
diferente y puede variar un poco de uno a otro. Cuando las galletas estén
doradas por el centro y algo más oscuras por los bordes, están en su punto.
Sácalas y déjalas enfriar encima de una rejilla, para que la parte de abajo
respire.
Y ya tienes listas estas estupendas galletas de mantequilla,
tradicionales y sencillas de preparar. Si quieres puedes añadirle por encima
algún adorno, como azúcar glass, aunque así ya están riquísimas de comer.
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