Aunque el café se caracteriza por ser una de las bebidas más consumidas en todo el mundo, especialmente en nuestro país (junto con e...
Aunque el café se caracteriza por ser una de las bebidas más consumidas en todo el mundo, especialmente en nuestro país (junto con el té), se convierte en uno de los líquidos al que le rodean muchísimos mitos o creencias ciertamente erróneas.
Una de las más conocidas pasa por la supuesta relación existente entre . Es decir, el mito de que la cafeína crea adicción es una creencia muy extendida que, como mito, tiene realmente poco de verdad.
La realidad es que, al menos de momento, la mayoría de los estudios científicos llevados a cabo en este sentido solo han demostrado que la cafeína no crea adicción. Pero sí dependencia.
Es lo que se conoce como dependencia a la cafeína. Y no debe ser confundida con la adicción, dado que son trastornos completamente diferentes.
¿Por qué aparece la dependencia a la cafeína?
La cafeína es una sustancia capaz de estimular la transmisión del impulso nervioso a través de las neuronas, motivo por el cual tonifica el organismo y aporta vitalidad.
Dado que el café es una de las bebidas más ricas en cafeína, siempre resulta apetecible tomar una buena taza de café recién levantados, porque nos ayuda a despertarnos y a activarnos.
Pero cuando una persona se encuentra muy habituada al café, y lleva consumiendo tazas de café durante un periodo largo de tiempo, también da lugar a cierta dependencia.
Por este motivo, es bastante común que aparezcan determinados síntomas relacionados con la dependencia a la cafeína cuando una persona no puede tomar su dosis habitual de café, o simplemente lo dejan.
- Síntomas de la dependencia a la cafeína
- Dolor de cabeza.
- Nerviosismo e irritabilidad.
- Náuseas.
- Tensión muscular.
- Temblores.
- Sensación de cansancio.
¿Cómo reducir los síntomas asociados a la dependencia de la cafeína?
Teniendo en cuenta que cuando una persona se habitúa a consumir cada día entre una a dos tazas de café regularmente, se ha creado un hábito, una dependencia cuya falta ocasiona la aparición de los típicos síntomas que surgen cuando existe una dependencia.
Por tal motivo, una de las mejores recomendaciones que se pueden dar para prevenir y evitar estos síntomas es reducir el consumo de café y de alimentos ricos en cafeína (no nos olvidemos del chocolate), pero poco a poco y con cierta paciencia.
La clave está en ir reduciendo poco a poco su consumo con el trascurso de las semana
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