La clamidia es la enfermedad bacteriana de transmisión sexual más común alrededor del mundo. Sólo en los Estados Unidos, cada año se cont...
La clamidia es la enfermedad bacteriana de transmisión sexual más común alrededor del mundo. Sólo en los Estados Unidos, cada año se contagia cuatro millones de personas.
Es causada por la chlamydia trachomatis, un género de bacterias que ataca las células del endocérvix, el centro del cuello entre el útero y la vagina, pero, que también puede hacerlo con las de la uretra (conductos que van de los riñones a la vejiga) o las del recto.
Si no se ataca, la clamidia avanza hacia los conductos reproductivos superiores de la mujer y es allí dónde puede provocar la infertilidad debido a que la infección produce cicatrices y bloquea las trompas de falopio, donde los óvulos y los espermas normalmente se reúnen. También se pueden dar los embarazos ectópicos o extrauterinos.
En el caso del hombre, también produce infertilidad, ya que la bacteria daña la calidad del esperma.
Es importante observar que esta enfermedad, al principio, no presenta síntomas y eso hace que sea difícil detectarla. Sin embargo, si se está atento, hay algunas señales que podría hacer sospechar y que son distintos en ambos sexos:
Síntomas
En la mujer. La bacteria inflama el cuello del útero y, en consecuencia, es posible que se note un incremento de la secreción vaginal o secreción purulenta, molestias durante las relaciones sexuales, pequeños sangrados por la vagina tras el coito o de forma espontánea, escozor al orinar y aumento de la frecuencia urinaria. Si la dolencia avanza y no se trata, puede llegar a inflamar las trompas y dar lugar a un cuadro de dolor en la zona pélvica (la parte baja del abdomen) y fiebre.
En el hombre. Lo más frecuente es la aparición de síntomas de uretritis (infección de la uretra) entre tres días y tres semanas después del contagio. Los más habituales son: ardor al orinar; inflamación del escroto; y salida de exudado, con aspecto de mucosidad o de pus, por el orificio de la uretra. En estadios más avanzados provoca también dolor en los testículos.
Recomendaciones
Acudir al médico ante la menor sospecha. Para diagnosticar la clamidia, es necesario que el especialista extraiga una muestra de la secreción uretral masculina o la cervical femenina y analizarla en laboratorio clínico.
Seguir los tratamientos médicos al pie de la letra Cuando se diagnostica la clamidia, el especialista suele recomendar un tratamiento con antibióticos (las tetraciclinas son los principios activos más apropiados). Se puede tomar el medicamento durante una semana o bien en una sola dosis (depende del fármaco que el médico considere más adecuado). Si se realiza el tratamiento semanal, no se deben tener relaciones sexuales durante esos días. En el caso de la dosis única, habrá que esperar también 7 días para retomar las relaciones.
Dar a conocer la infección a las parejas sexuales que se hayan tenido en los últimos tiempos para que se realicen las pruebas pertinentes. Si la persona afectada recibe tratamiento, pero la pareja está contagiada y no se le detecta, las infecciones pueden ser recurrentes.
Prevenir mediante el uso del preservativo Si se ha realizado un control de seguimiento y se le ha confirmado su curación. Eso no descarta que se pueda contraer de nuevo. Por esa razón, es necesaria la prevención mediante el uso del preservativo, especialmente si se tienen varias parejas sexuales. El riesgo solamente desaparece si los dos miembros de la pareja no padecen la enfermedad y ninguno mantiene relaciones sexuales con otra persona que la tenga.
No usar irrigadores. No existe motivo alguno para usar irrigadores. La irrigación no da alivio alguno ni previene la clamidia, pero sí puede tener un efecto negativo al llevar el contagio hacia arriba, a las vías urogenitales, donde puede lesionar su sistema reproductivo.
Practicar la monogamia. Cultivar una relación monógama de ambas partes y para toda la vida ofrece mucha protección contra la clamidia y otras ETS porque usted y su pareja no estarán propagando infecciones de terceros.
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