La filosofía budista nos revela que nuestras fuentes más comunes de sufrimiento e infelicidad se integran en una serie de emociones...
La
filosofía budista nos revela que nuestras fuentes más comunes de
sufrimiento e infelicidad se integran en una serie de emociones
adversas que nos hunden en el nihilismo, la ignorancia y el materialismo.
Son, según Dalai Lama, estados mentales que distorsionan nuestro diálogo
interno, la forma en que nos comunicamos con los demás y también en nuestro
comportamiento.
Toda
emoción cumple un propósito; El miedo, por ejemplo, garantiza la supervivencia,
la tristeza nos insta a un periodo de introspección para aceptar ciertas
realidades y cambiar otras. Existen las emociones destructivas (ira, ansiedad,
orgullo, etc.) que son básicamente estados internos que ponen límites en
nuestro potencial, en nuestro bienestar y que, además, pueden poner de
manifiesto lo peor de nosotros mismos.
En
nuestra mano está controlar esos impulsos y esas tormentas internas, ya que
poseemos recursos para hacerlo. 😉
Bendecida
y exitosa semana mi gente bella🙌🙌🥰
Contribución de: Evelyn Lineth Vargas Psicóloga
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