Gabriel J. Perea R. | 06 de enero de 2021
¿Qué nos deparará el 2021? Todos quisiéramos poseer la bola mágica o la espada del augurio que nos permita ver más allá de lo evidente.
Todos quisiéramos tener algo que nos permita estar prevenidos para que no surjan las sorpresas y menos si son nefastas. La realidad es que tales artilugios no existen, y no hay nadie que pueda predecir el futuro con algún grado de exactitud. Los teólogos, especialistas y teóricos de todas las especialidades fallan al intentarlo.
Para algunos la fe es la certeza de lo que no se ve y a ese dogma se aferran. Para otros solo queda el raciocino, el apegarse a sus conocimientos y ejercer su poder de decisión. Pareciera que ahí radica todo, en nuestro poder de decidir en hacer lo que más podamos para nuestro bienestar y de todos los que nos rodean sin egoísmo.
Debe ser así porque no existe ser viviente que pueda solo depender de sí mismo. Este 2021 debemos ejercer nuestro mayor poder de decisión para hacer las cosas bien en todos los niveles principalmente a nivel ciudadano, de nuestra conducta en los próximos meses depende en gran parte que tan rápido podamos salir del predicamento en que se encuentra este país y el mundo.
Nadie hará las cosas por nosotros, no vendrá ningún gobierno al rescate puesto que todos están en la misma batalla por retornar a la indescifrable nueva normalidad. Las cartas ya están echadas, el gobierno le faltan años para ser reemplazado y nadie puede predecir si el siguiente será igual, mejor o peor, entonces solo nos queda jugar a lo seguro.
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