Desde los tiempos de los gobiernos de Paul Mangloire en los
años 50, hasta la dictadura de Duvalier la inestabilidad de la gobernabilidad
ni habrÃa registrado un acelerado desgaste en la debilidad de HaitÃ.
El recién asesinato de su primer ministro producto de una conspiración de sus más cercanos colaboradores al buen estilo del asesinato perpetrado a Julio César en la Antigua Roma, hizo descubrir el verdadero significado de las pugnas por el poder polÃtico y económico de sus polÃticos.
Una ola de gobernantes algunos electos en forma fraudulentas, y otros que invocando las bases democráticas realizaron tÃmidos esfuerzos por estabilizar el paÃs pese a los altos niveles de pobreza y una economÃa sin signos halagadores de mejorÃa.
Resulta que cuando el estado es fallido , el paÃs entra al estado de la barbarie y el salvajismo por la falta de un sistema que satisfaga las necesidades básicas, si impone la actitud del más fuerte, surgen monarcas que actúan como ensayos de reyes absolutistas, crean sus reglas de convivencia y de tributos para sostener sus estilos de sobrevivencia.
HaitÃ, un paÃs que se debate en afectaciones naturales como Huracanes, Terremotos, oleadas de epidemias, y para complementar una Cámara de Senadores que no está funcionando y la falta de un gobierno nacional que fortalezca la gobernanza ante un pueblo clama respuestas prontamente a sus necesidades básicas.
Ante este caos, rebrotan nuevamente grupos armados, son delincuentes que imitando a los actores cinematográficos siembran el miedo, el narcotráfico, el secuestro, la violencia, la enajenación de propiedades, y la imposición de la ley del revólver al estilo del viejo oeste norteamericano.
Las bandas de delincuentes urbanas y rurales actúan asÃ.
Controlan un territorio para luego expandirse más. Todos los pequeños comercios que sobreviven tienen someterse o sencillamente desaparecen del paÃs.
Se impone la ley del más fuerte, se importan armas al buen estilo del gobierno de Somalia, o la FARC en Colombia, el Cártel de Juárez so pretexto de protegerse contra los adversarios, en fin, son pequeños absolutistas nacidos con el propósito de legalizar sus acciones terroristas contra la población de una región secuestrada por el miedo.
De allà el origen de las grandes oleadas de migrantes en rutas siniestras hacia los estados que permitan sobrevivir en búsqueda de respuesta a sus necesidades como seres humanos.
Si el concierto Internacional de los estados americanos no actúa de forma integral en solidaridad con el pueblo haitiano, se han de incrementar más oleadas de migrantes y veremos el posible nacimiento de otro estado talibán en el Mediterráneo Caribeño Insular de América.
Luis J. Ceballos M.
Investigador Historiográfico
Octubre, 2021
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