El Teatro Colón un Ícono Cultural en la Historia de Colón Introducción: A principios del siglo XX, la ciudad de Colón carecía de salas de pr...
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| El Teatro Colón un Ícono Cultural en la Historia de Colón |
Introducción:
A principios del siglo XX, la ciudad de Colón carecía de salas de proyección cinematográfica y teatros. La recreación y diversión se limitaban a cantinas y bares. Sin embargo, este panorama cambió con la llegada de los primeros teatros, como el Teatro Strand y el Teatro América, propiedad del empresario Robert Wilcok. Estas salas vivieron la era dorada del cine mudo, siendo Colón la primera en proyectar las películas antes de llegar a la Ciudad de Panamá.
Antecedentes:
Hacia principios del siglo XX, la ciudad de Colón no tenía salas de proyección cinematográfica, ni mucho menos Teatros. Los locales destinados a la recreación y diversión diurna y nocturna eran las cantinas y bares. La población de la ciudad se concentraba en los edificios residenciales de la Avenida Del Frente (hoy denominada Avenida de los Mártires), la calle Bottle Alley (posteriormente denominada Avenida Balboa), la Avenida Bolívar y la Avenida Broadway (posteriormente denominada Avenida Central junto al Paseo Juan Demóstenes Arosemena).
Los primeros teatros que posteriormente se denominaron "Teatros" fueron El Teatro Strand y El Teatro América. Ambas salas de proyecciones cinematográficas eran propiedad del empresario Robert Wilcok, dedicado al negocio de bienes y raíces.
En el caso específico del Teatro Strand (posteriormente denominado Teatro Lido, adquirido por el empresario Mister Fux de origen judío originario de Europa Central), se habían construido con todas las características de un Teatro, con escenario, palcos con estilo circular renacentista, cortinas en terciopelo, fosa para las orquestas filarmónicas, platea y camerinos, y su sección de boletería y depósito de enseres.
A estas salas de proyecciones cinematográficas les tocó parte de la era dorada del cine mudo, cuyas cintas cinematográficas eran traídas en buques desde la Ciudad de New York, siendo la Ciudad de Colón la primera en ver los estrenos de las películas antes de enviarse a las salas cinematográficas Cecilia, Amador, Variedades y El Dorado ubicadas en la Ciudad de Panamá.
Surgimiento del Teatro Colón:
Para entre 1931 y 1932, se estima que fue construido el Teatro Colón (tal como se observa en la fotografía), precisamente inaugurado en el inicio de la era del Cine Sonoro, cuando fue estrenada en la Ciudad de New York la cinta cinematográfica denominada "The Jazz Singer" o El Cantor del Jazz, comedia musical que interpretó el actor Al Johnson en 1929 justo antes de la caída de la Bolsa de Valores en New York City (por la sobre oferta de ventas de acciones) que dio origen a una profunda crisis económica de ribete mundial en las ciudades del mundo.
Esta obra de un estilo arquitectónico simple con destapes sencillos en su estructura fue gestionada gracias al empresario de bienes y raíces Don Vicente Lara Faguas (de origen español), amante de la construcción de edificios que adquiere una buena cantidad de lotes baldíos que fueron propiedad de la otrora Panama Canal Railroad Company.
Don Vicente Lara Faguas, al terminar la construcción del edificio de Teatro Colón, hizo importar desde Norteamérica y España el mobiliario y equipos de proyección cinematográfica, también inició la instalación de cómodas butacas, la iluminación del escenario y la fosa para las orquestas acompañantes en las obras teatrales, palcos decorados, alfombrado, instalación de lámparas y el sistema de sonido que permitió escuchar lo que fue la novedad de la década de los años 30 en la República de Panamá: las películas filmadas con sonido.
Fue todo un acontecimiento el día de la inauguración del Teatro Colón al que acudieron las autoridades provinciales como el Honorable Alcalde Don Augusto A. Cervera, los Honorables Diputados por la provincia de Colón Don Héctor Conte Bermúdez, Don Manuel Everardo Duque (que posteriormente se motivó a gestionar la construcción del Cine Astoria y el Cine Ansonia) y una gran cantidad de público que se dio cita para disfrutar de las maravillas del séptimo arte.
El auge fue tal que obligó a la gerencia del Teatro Colón a extender el período de proyección cinematográfica con la sonoridad nunca antes escuchada.
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| Bottle Alley hoy conocida como Avenida Balboa, Ciudad de Colón en 1919 |
Características:
El Teatro Colón fue construido en el lote baldío ubicado en la Avenida Central y la calle décima en la Ciudad de Colón. Junto al Teatro Colón, se construyó una galería con locales para pequeños comercios en donde se instaló una refresquería, la fotografía Mancini, un pequeño restaurante y posteriormente (en la década de los años 50 una pequeña librería denominada El Estudiante), al igual que clínicas ópticas y taller de radio y durante la década del 70, la famosa Panadería Baguette (famoso pan de estilo francés) cuyos propietarios de origen español aún siguen brindándole al público.
Tenía dos ventanillas para ventas de boletos, su depósito para reservar los carteles de películas, el personal guía conducían a los espectadores a las escalinatas para acceder al interior donde eran guiados a las butacas al igual que a los sanitarios para damas y caballeros.
Entre cada tanda de películas, un personal se dedicaba a la limpieza general del interior de la sala. Estaba prohibido la alteración del orden público, pese a que en ocasiones se daban incidencias cuando las cintas cinematográficas eran afectadas por el intenso calor que emitían las enormes máquinas de proyección, lo cual obligaba a los técnicos a interrumpir momentáneamente la proyección de la película.
La mayoría de las cintas cinematográficas que se proyectaron fueron realizadas en Norteamérica y México, siendo las más gustadas las del medio oeste norteamericano, las de detectivesca, las de temas religiosos y otras más de musicales.
También hubo en su escenario actividades de concursos de canto y bailes, recitales poéticos y presentaciones teatrales con artistas nacionales e invitados especiales. También el Teatro Colón fue famoso por las actividades de juego de azar conocidas popularmente como "WAHOO" o Noche de Banco, donde se efectuaba a bajo costo una pequeña lotería con cartones adquiridos en las ventanillas de boletería.
Uno de los que atendió muy cordialmente a los amantes de asistir a la Sala del Teatro Colón lo fue Don Román Batista, quien con su caballerosidad daba las finas atenciones al público. Este entretenimiento era premiado en efectivo cuando los ganadores en los sorteos acudían a cobrar sus premios. De igual forma fueron los muy gustados "Matinee" que eran tandas de películas permitidas para niños.
Declive y Cierre:
Para los años 60 y 70 del pasado siglo XX, las variaciones de las películas empezaron a dar cabida al llamado cine para adultos que lastimosamente empezó a disminuir la popularidad del Teatro Colón, cayendo lentamente en la época de decadencia hasta verse cerradas sus puertas al público en 1990.
Otro factor influyente que motivaron el cierre definitivo del Teatro Colón lo fueron los llamados Clubes de Videos, los que contenían una gran variedad de películas que eran alquiladas para ser observadas en las residencias de los clientes de los clubes. Esto motivó que muchos antiguos asistentes a las salas cinematográficas dejaran de asistir.
Tiempos Actuales:
Los herederos de la propiedad optaron por vender la propiedad debido a las bajas asistencias de público y el alto costo del funcionamiento. De esta manera, fue adquirido el viejo edificio del Teatro Colón por un consorcio de comerciantes de origen judío quienes lo remodelaron en su interior para ubicar un novedoso local para vender ropas variadas y artículos para el hogar denominado "El Emperador", que posteriormente cambió su nombre a "El Maestro", dando la oportunidad a decenas de personas a adquirir empleos directos.
Solo quedan los recuerdos de la era dorada de las 10 salas cinematográficas que tuvo la Ciudad de Colón.
Bibliografía:
- "La Ciudad de Colón en los Predios de la Historia" por Max Salabarria Patiño, Editorial Chen, 2002.
- "Recuerdos del Colón que Conocí" por William Daniel Donadio, Editorial: Imprenta Colón, 2004.
- "El Colón de Ayer 1926-1950" por Max Salabarria Patiño, Editorial: Imprenta Barcenas S.A., 1994.
Testimonios Orales:
- Don Román Batista
- Doña Luisa Batista
- Don William D. Donadio
- Don Arturo Sarmiento
- Doña Delia Maria Estrada
Luis J. Ceballos M.
Investigador Historiográfico
Septiembre de 2023
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