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| Fotografía del viejo camino de cruces en 1914. |
El Camino de Cruces y su importancia colonial
Era un viejo camino empedrado con material del río Chagres,
construido en la época colonial para el trasiego de mercancías y metales
preciosos como el oro, plata y perlas de la Bahía de Panamá, que eran
trasladados a lomos de mulas y caballos custodiada por militares del imperio
español.
Al llegar al pequeño poblado de Ventas de Cruces, eran
embarcados desde el pequeño muelle en bongos o cayucos de alta capacidad aguas
abajo del caudaloso río Chagres, aunque en ocasiones las Naos se acercaban en
sus profundidades, que luego de obtener el valioso cargamento navegaban hasta
las cercanías al Castillo de San Lorenzo del Chagres, y así emprender ruta
hacia el Puerto de San Cristóbal de la Habana, Cuba y luego perseguir hasta el
Puerto Palos para el desembarque final.
La travesía por el camino de Cruces costaba varios días
hasta llegar a la Ciudad de Nuestra Señora de la Asunción de Panamá.
Muchos caminaban y tendían toldas para acampar para
pernoctar y en ocasiones para protegerse de torrenciales lluvias en espera de
mejoras condiciones climáticas para continuar el viaje terrestre.
Travesía para Aventureros y Piratas
El Doctor Exquemelin, de los expedicionarios que acompañaron
a Sir Henry Morgan persona de mucha confianza del Pirata, narra con detalles
las crónicas de las audacias vívidas en el tránsito terrestre en ese camino
considerando las amenazas de los aborígenes y cimarrones que solían salir al
frente de los caminantes.
Equemelin había escuchado narrativas de las caravanas
enormes de mulas cargadas en canastos con mercancías hacia España venidas desde el conocido Mar del Sur,
llegadas desde ciudades como Lima y Cuzco y San Luis de Potosí, que eran
desembarcado y almacenadas en la Vieja Ciudad de Panamá.
Ellos llegaron en su travesía en la espesa selvas tropical
húmeda y llenas de mosquitos y animales silvestres a padecer de disentería, sed y hambre a tal punto que llegaron a
cocinar partes de las solapas de cueros de sus enormes botas en aceites de
oliva debido al agotamiento de las provisiones que sufrían los expedicionarios
ingleses que caminaban agotados y desesperados por el Camino de Cruces hacia la
vieja Ciudad de Panamá, llamada la
"Perla del Pacífico" del
cual pretendían sitiar y asaltar sus riquezas.
Ese camino fue uno de los caminos más utilizados para
atravesar el Istmo de Panamá en el período colonial, aunque el camino real unía
Portobelo y la Vieja Ciudad de Panamá desde su fundación en 1,519.
Posteriormente se construyó el camino real que se hizo famoso durante el tiempo que
durarían las famosas Ferias de Portobelo, puesto que al igual que sucedió el
camino de Cruces fueron las más antiguas rutas terrestres Interoceánica
construidas por orden de la Corona Española.
Con la entrada de la Época de Unión a Colombia, el camino de
Cruces perdió su auge y uso debido al crecimiento de la vegetación de las
selvas tropicales y a la peligrosidad que significó para sus marchantes, debido
a los constantes asaltos por forajidos que solían asaltar las cabalgatas
dejándolas expuestas.
Tiempos Actuales
Los tiempos Coloniales han pasado, y es que, con la
construcción del Canal de Panamá, gran parte del camino de Cruces al igual que
el pueblo que dio origen al nombre esta ruta desapareció.
Muy escasos vestigios de lo que fue el empedrado de esta
ruta se suelen observar en el Parque Nacional Soberanía. Aún se proyecta el rescate para la
conservación de ese histórico camino colonial que significó mucho en el pasado
de Panamá.
El ministro de Cultura y la Oficina de Patrimonio Histórico,
realizan estudios para dicho rescate y conservación s través de la Corporación
Española de Fomento, para darle a las presentes y futuras generaciones el
legado colonial de lo que significó la primera Interoceánica terrestre ente dos
océanos en la América Colonial.
Bibliografía
220 años de Periodo Colonial en Panamá
Rubén Darío Carles Oberto
Imprenta Nacional
El Panamá Colonial
Celestino Andrés Arauz
Patricia Pizzurno Geloz
Editorial Manfer
Luis J. Ceballos M.
Investigador
Historiográfico
Febrero, 2024.
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