Ingredientes: 1 Kilogramo de Harina de fuerza 1 Cucharadita de Sal fina 2,5 Taza de Agua tibia 2 Cuchara sopera de Aceite de ol...
Ingredientes:
1 Kilogramo de Harina de fuerza
1 Cucharadita de Sal fina
2,5 Taza de Agua tibia
2 Cuchara sopera de Aceite de oliva
30 Gramos de Levadura fresca
Preparación:
1 Cucharadita de Sal fina
2,5 Taza de Agua tibia
2 Cuchara sopera de Aceite de oliva
30 Gramos de Levadura fresca
Preparación:
Antes de empezar con la preparación de la pizza casera resulta fundamental hacer una pequeña aclaración sobre la harina. Para realizar este tipo de masas la harina más recomendada es la de fuerza, puesto que al contener un mayor porcentaje de gluten el resultado será una masa mucho más esponjosa. En los países de América Latina, sobre todo, este tipo de harina es conocido.
Ahora sí, ¡empezamos! Para ello, lo primero que vamos a hacer es mezclar en un recipiente el
agua templada con la levadura fresca.
Para elaborar masa de pizza puedes utilizar este tipo de levadura o levadura seca granulada, ambas son válidas. En el caso de que prefieras la seca, deberás mezclarla con la harina, y, si por el contrario, prefieres la fresca es fundamental mezclarla con agua tibia. La levadura fresca es aquella que se vende en bloque.
Cuando hayas mezclado la levadura con el agua, agrega la sal fina y las dos cucharadas de aceite. Mézclalo bien para que se integren todos los ingredientes. Antes de que la preparación se enfríe, coloca sobre la mesa la harina en forma de volcán y vierte dentro la mezcla anterior.
Ahora es cuando tienes que comenzar a amasar bien, hasta que notes que deja de pegarse en tus manos y puedes manejarla sin problemas. Cuando tengas la masa de pizza casera lista, deberás darle forma de tubo largo, córtalo en 4 particiones. Después, haz una bola con cada partición y tápalas con un trapo limpio y seco, deberás dejarlas reposar durante 45 minutos. Verás que, poco a poco, empieza a elevarse hasta duplicar su volumen.
Cada bola es para una pizza normal. Pasado el tiempo, espolvorea un poco de harina sobre la mesa o superficie que prefieras para elaborar la pizza, coge una de las bolas y colócala sobre ella. Ahora deberás extenderla con tus manos estirando desde el centro hacia los costados, dándole forma redondeada. Si dispones de rodillo también puedes utilizarlo para que quede más fina la masa. Una vez estirada, ya puedes añadir la salsa de tomate
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