Son una de las partes más sufridas de nuestro organismo. Nos llevan, nos traen y casi siempre callan. Claro, hasta que abusamos y en...
Son una de las partes más sufridas de nuestro organismo. Nos llevan, nos traen y casi siempre callan. Claro, hasta que abusamos y entonces llega el dolor. Los pies son flexibles y adaptativos, pero también piden cuidados y un buen trato: determinados vicios pueden afectar a la cadera, la columna o a la musculatura.
Emplear un calzado neutro que evite los movimientos hacia dentro o hacia afuera, en función del problema que tengamos, puede ser una ayuda fundamental para nuestro cuerpo. El uso de plantillas ortopédicas está extendido para equilibrar la posición y neutralizar los movimientos de rotación excesiva.
Las plantillas reducen la tensión anómala en los ligamentos o compresión de los cartílagos de las articulaciones; previenen artrosis, tendinitis y problemas de cadera o rodilla; y nos hace estar menos expuestos a un esguince. En cambio, el exceso de tacón puede originar problemas en el pie. La sobrecarga en la zona del antepie, puede producir dolor intenso, problemas en las uñas o incluso rotura espontánea de algún hueso del pie.
Usar mucho tacón también puede acarrear problemas en la columna y la cadera, ya que provocan presión en las vértebras lumbares y aumentan su curvatura; además, a largo plazo, generan artrosis en la columna. Los problemas en la pisada se acrecentan con tacones estrechos y puntiagudos, ya que la base de apoyo del talón es muy pequeña y aumenta la inestabilidad.
Volcar los pies hacia afuera o rotar un poco las piernas al estar parados suele ser lo habitual. Por suerte, la situación normal de una persona no es estar mucho tiempo de pie. Estas son las patologías que sí pueden tener efectos negativos en la salud:
Pies planos: disminuye o desaparece el arco del pie. En consecuencia, la mayoría de la superficie de la planta del pie tiene contacto con el suelo. Es habitual durante la edad infantil.
Pies cavos: exceso de arco del pie. Dedos flexionados en garra y puente muy alto que condiciona el calzado.
Pies valgos: tienen tendencia a volcarse hacia adentro (pies pronados).
Pies varos: tienen tendencia a tumbarse hacia afuera (pies supinados).
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