Si
consideramos que Panamá nace hipotecada a los intereses económicos y
geopolíticos de los norteamericanos.
Esto aún se mantiene en vigencia, pero con otra proyección geopolítica.
Nacimos con una mezcla de intereses nacionalistas de los próceres y diversos municipios, pero con un respaldo económico de los intereses norteamericanos encabezados por personajes como el presidente Teodoro Roosevelt y William Cranweill, Philippe Buneau Bunau Varilla, aceptando todas las prerrogativas del Tratado Herrán-Hay de 1902 rechazado por el Senado Colombiano.
El Gobierno Colombiano, por su parte ofreció a la Junta de Gobierno dos ofertas para que Panamá anulara la Separación, a cambio de otorgar los fondos requeridos para el desarrollo del istmo de Panamá en todas sus regiones, establecer la Capital de Colombia en la Ciudad de Panamá, cosa que fue rotundamente rechazado, ante la mirada vigilante de Wall Street y el gobierno del presidente Teodoro Roosevelt.
La República de Panamá, luego del 31 de diciembre de 1999 es que verdaderamente empieza a consolidar la gobernabilidad de su territorio al eliminarse la quinta frontera de la entonces Zona del Canal gracias a las diversas gestas de Reafirmación Soberana nacidas desde 1904, trascendiendo en 1914, 1920, 1921,1927, 1936, 1941, 1947, 1955, 1958,1959, 1964, 1967, 1971 y 7 de septiembre de 1977 con la firma del Tratado Torrijos-Carter en la sede de la Organización de Estados Americanos en Washington D.C. con la participación de valientes connacionales de varias generaciones de panameños.
Ahora sí somos nación plenamente soberana en sus límites geográficos.
Ya podemos decirlo:
Un sólo Territorio y una sola Bandera
Luis J.
Ceballos M.
Investigador
Historiográfico
Noviembre 2020
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