La usura es una práctica ilegal que consiste en cobrar intereses excesivamente elevados en los préstamos y que supone, por lo tanto, una ganancia injusta para la entidad financiera que ha prestado el dinero.
En un sinnúmero de países la usura como práctica ha sido regulada. Países como España la usura está regulada por ley, en el caso español la Ley de 23 de julio de 1908.
Si como lo esta leyendo desde 1908. Sin embargo, en este lado del continente pensar en formular una ley que regule esta práctica ocasiona una hecatombe de apocalípticos personajes que vaticinan el colapso de nuestro sistema bancario y la pérdida de miles de empleos, pero si miramos a Europa y otras naciones nos preguntamos porque ellos no colapsaron.
Pero este asunto va de la mano, con los intereses bancarios, las cuentas de ahorros, las hipotecas y los techos de intereses que se cobran en las tarjetas de crédito y ni hablar de cuando un cuentahabiente cae en impago y es ejecutado los intereses usura no están regulados.
Las cuentas que pasan de un banco a un juzgado o a una agencia de cobros se doblan y hasta triplican sin ninguna explicación.
Pareciese que al igual que en muchos países los intereses económicos de unos pocos accionistas o dueños de entidades financieras están por encima de las mayorías trabajadoras porque hasta la ejecución de un cobro por deuda se ejecuta a la velocidad de la luz y el deudor solo se entera cuando recibe un edicto de descuento, secuestro o embargo.
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