Gabriel J. Perea R. | 10 de Mayo de 2022
La pandemia (de Covid-19) derribó a muchos obligándolos a utilizar cualquier recurso para solventar sus necesidades, utilización de tarjetas de crédito, préstamos o dejar de pagar obligaciones con la esperanza que tal vez en el futuro afrontar las deudas, pero si ese futuro no mejora llegará el momento que las deudas lo asfixian sin más dinero para hacer frente a la vida.
En ese momento se enfrentará a la realidad que no existe instancia que pueda salvarlo de la posibilidad de perderlo todo, hasta donde vive.
En algunos países existen Centros de arbitraje y reconciliación para que las personas naturales tenga alguna alternativa para sobrevivir después de una crisis por las circunstancias que sean. Son Centros donde las personas obtienen ayuda, asesoramiento, arbitraje y conciliación por deudas que no han podido pagar, que puede ser por razones ajenas a su voluntad, y como consecuencia se encuentran en mora.
Estos Centros brindan la oportunidad de organizar el pago de las deudas mediante un acuerdo, que el deudor realiza con sus acreedores, donde el monto y plazo de pago de sus acreencias es razonable. El Centro media para evitar la usura, las imposiciones de acuerdos draconianos que impiden que las personas puedan continuar con su vida y recuperarse evitando la destrucción de la clase trabajadora.
La pregunta inevitable es ¿por qué no existe en Panamá un centro de arbitraje? Porque nuestros diputados están ocupados en estrategias para enriquecerse, reelegirse y seguir utilizando las organizaciones políticas para beneficio propio.
Solo el accionar del ciudadano puede cambiar las reglas del juego para crear una sociedad más justa.
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