Es un hecho inexplicable que se tenga que presentar un documento impreso a la misma institución que lo emite. Algunos recordaran aquellos, no tan lejanos tiempos donde se tenía que presentar la ficha actualizada de cotizaciones del Seguro Social para poder acceder a las prestaciones de esa misma institución, siendo ellos los emisores de ese documento.
Este hecho se repite en muchos ejemplos y en múltiples instituciones haciendo de la burocracia del papel algo institucionalizado. Sin embargo, los tiempos cambian y lo que parecía ser una normativa ahora coloca a las instituciones y los países donde estas aún persisten en esas arcaicas prácticas en desventaja en todos los escenarios.
En la competitividad de país, de satisfacción ciudadana y hasta de pérdida de ingresos los escenarios son insostenibles. Los gobiernos se tendrán que avocar a una total y disruptiva trasformación digital, tecnológica y educativa para convertirse en gobiernos digitales.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el gobierno digital aplica el uso eficiente de las tecnologías de la información y comunicación para crear valor público. Se apoya en el ecosistema digital del gobierno e incluye también a las ONGs, empresas, ciudadanos e individuos que apoyan la producción y acceso a datos, servicios y contenidos mediante interacciones con gobierno. De acuerdo con el Banco Mundial transformar el gobierno de papel a digital implicaría hacer cambios específicos en la manera que los gobiernos adoptan su misión; ya sea desde el establecimiento de metas administrativas, hasta las mejoras en la prestación de servicios públicos. Radica en cómo los gobiernos aprovechan el uso de las tecnologías de la información y comunicación de una forma transformadora.
Para hacerle frente a estos desafíos a gran escala, sería necesario cambiar los enfoques tradicionales a enfoques integrales que incluyan a todos los sectores de la sociedad y todos los niveles de gobierno, tanto centrales como regionales para impulsar a un cambio de paradigma transversal; en resumen, hace falta una transformación digital de país.
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