Los periódicos cumplen un rol crucial como fuentes de información objetiva en el contexto social. Sin embargo, en Panamá, surge la pregunta de si algunos medios se desvían de los lineamientos de transparencia, imparcialidad y rendición de cuentas, sirviendo a intereses personales en lugar del bien común.
La responsabilidad del periodismo radica en ser una fuente confiable y objetiva para los ciudadanos. Lamentablemente, al examinar algunas publicaciones diarias, queda evidente que algunos medios se alejan de esta misión y actúan como instrumentos de manipulación, en lugar de informar con veracidad.
Simón Bolívar afirmó: “Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción”. Si los medios que pueden esparcir luz optan por mantener a la ciudadanía en la oscuridad, están socavando conscientemente la democracia.
¿Cuál debería ser la respuesta de los ciudadanos ante esta situación? Es crucial que rechacen la manipulación y exijan un periodismo ético comprometido con la verdad.
La democracia depende de ciudadanos informados y empoderados. Así, deben insistir en una prensa responsable que no se preste a intereses particulares. La sociedad debe proteger la integridad de los medios y velar por su papel como informadores imparciales.
Conscientes del poder que tienen como audiencia, los ciudadanos pueden castigar con el desprecio a aquellos que buscan utilizar los medios para manipular y desinformar. Solo mediante una postura firme y una demanda colectiva de ética periodística se puede garantizar un periodismo que contribuya al bienestar de la sociedad panameña.
La responsabilidad del periodismo en Panamá es trascendental. Los periódicos deben ser faros de información veraz y transparente, no instrumentos de manipulación. La democracia depende de ciudadanos informados, críticos y comprometidos, dispuestos a defender un periodismo ético que contribuya al progreso y al bien común.
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