La descomposición de la crisis económica y gubernamental se
está observando que repercute en las estructuras de los partidos políticos
nacionales.
Y es que las viejas historias practicadas antes de 1968 vuelven a surgir como producto de egoísmos e intereses particulares, viviendo una especie de feudalismo exacerbado que origina un canibalismo político.
Los partidos políticos nacionales, evidentemente ya no tienen plataformas ideológicas, sus filosofías ajenas a la búsqueda del bienestar social, se enmarcan en el interés mercantil, el negocio y en las tradiciones de robustecer los ingresos de quienes los dirigen.
Las decisiones aparentemente democráticas son previamente manipuladas con el objetivo de cuadrar a quienes indistintamente que representan como delegados a cientos de miles de copartidarios se suscriben a los más oscuros intereses.
Esta es la antítesis que observaremos a partir del 2023, un canibalismo político al margen de los problemas sociales del país.
Se ha perdido el norte objetivo de dirigir al estado panameño para fortalecer sus bases democráticas y económicas que le permitan tener un equilibrio en la distribución de las riquezas.
Y es que precisamente este crucigrama no se ha resuelto, puesto que los entuertos políticos que se reflejan en el actuar de los partidos políticos nacionales se van a proyectar luego de que éstos alcancen el objetivo de dirigir la nave del estado panameño.
Ningún partido político debate, analiza, propone ideas y conceptos de cara a resolver los grandes problemas del país.
Todos están en la fase de organización previa al Torneo Electoral del 2024, pareciera que criticar sin aportar o comprometerse es la ruta más factible.
Las nuevas generaciones de jóvenes que asumirán por primera vez el ejercicio ciudadano de votar están huérfanas de una orientación política madura.
Solo observan las tradicionales pugnas políticas internas de los partidos políticos nacionales que marcan una mala conducta de cómo se construye o destruyen las bases democráticas de la nación panameña.
Es por eso que salen los famosos " Mesías Político " a salvar los intereses nacionales, ante el fracaso de los partidos políticos nacionales ante un estado fallido, ante la falta de respuesta sería a los problemas sociales, ante una juventud que sólo es utilizada para servir a los miembros jerarcas de los partidos y sin derecho a ser tomados en cuenta.
Esta sociedad enferma y ausente en las decisiones es la que debe decirse despertar y ser protagonista de su destino como nación libre y soberana lo más pronto posible.
De cada uno dependerá si el país logra surgir o sucumbir en el más oscuro rincón del mar del ostracismo.
Luis J Ceballos M.
Investigador Historiográfico
Mayo, 2021.
COMENTARIOS