Observando desde EL Faro...🗼

Nos encontramos ante un escenario muy interesante y parecido, vívidos en los años 1949, 1959, 1979 y 1990.

La Convergencia de grandes grupos sociales, sindicales, magisteriales, estudiantiles, desempleados y ciudadanos cansados del desgaste del modelo de gobierno neoliberal- globalizado, que procura mantener la viejas y tradicionales conductas de gobernanza anarquistas, con tendencias monarquistas e indolentes ante el abuso de medidas drásticas de gobierno.

Pues desde 1931, nuestro país se afianzó en la democracia representativa, pero con desigualdades salvo los torneos electorales de 1945 y 1972 que se permitió la auténtica participación de las mujeres y la clase media y baja en la ofertas electorales para concejales y representantes de corregimientos sin pertenecer a los tradicionales partidos políticos, pero con escasos conocimientos de formación política con experiencia.

El año 2022 un año par, será recordado como el inicio de una era de la Liberación Nacional.

Las grandes masas populares enardecidas y orientadas a exigirle a los gobiernos que de ahora en adelante si no se actúa y corrigen los desatinos en la gobernanza, serán sometidos al escarnio público capaz de lograr cambios sociales que beneficien a las grandes mayorías populares, desprovista del bienestar que les permitirán una mejor calidad de vida.

Y la lista se empieza a agiganta. El País se agotó de esperar respuestas. Ahora se requiere de una unidad monolítica, sin intereses mezquinos.

Los tres órganos del estado panameño merecen una reingeniería profunda en su funcionamiento.

Los llamados "Gobiernos Locales“ que en muchas veces ni siquiera tienen un Plan Estratégico de Desarrollo Municipal requieren ser restructurados y tomados en cuenta para que asuman roles más impactantes para la atención de inmediata a las urgentes necesidades de las comunidades.

Ahora enfrentamos una enorme deuda pública con ribetes alarmistas cuyas estimaciones lo sitúan para fines del año fiscal de 2022 en unos B/.75,000,000,000 millones de dólares, la más elevada en la historia de la república.

¿Que hacer y por dónde empezar?

Se observa a menudo que muchas personas, mantienen el concepto que ser servidor público se ha considerado en una especie de forma de alcanzar riquezas, dese el. Mal uso de los bienes del estado hasta obtener una riqueza económica, aunque existen muchas excepciones.

La gran mayoría de los que han sido seleccionados para ingresar a las planillas del gobierno nacional, con pocas excepciones, nunca fueron instruidos o capacitados para los cargos a ocuparse, jamás se les instruyó sobre el significado moral y ético de ser Servidor del Estado, aun siendo personas idóneas y profesionales, no fueron advertidos de que su trabajo es servir a la ciudadanía con verdadera vocación de servir y no de servirse para aprovechar su posición.

Quizás es una de las razones que hacen nacer las famosas "Botellas y Garrafones“ con el beneficio de salarios muy elevados, con sólo el hecho de ser recomendados de un allegado político que mantiene una fuerte influencia político partidistas.

Esto genera una crisis ética, moral, social, económica de grandes ribetes escandalosos, ante un pueblo sometido al sufrimiento continuo de ver cada día que su poder adquisitivo económico se desvanece ante la crisis que no termina.

Ya es hora de fundar una "Quinta República" que se base en principios éticos y morales, que aquellos dirigentes aspiren a servir sepan que no tendrán salarios exagerados, ni derechos a exoneraciones gastos de representación, no pagos de telefonía gratis, ni chóferes pagados, ni gastos de hospedaje pegados por el estado, ni derecho a exoneraciones de impuestos nacionales ni municipales, ni una enorme planilla de asesores ni personal de oficina y campo pegados por el estado y otras prebendas más.

La elección parcial de miembros electos a la Asamblea Nacional se debería efectuar cada 2 años y medio sin reelección inmediata, de igual forma los integrantes de los Concejos Municipales.

Otra de las medidas sugeridas sería que a los ministros de estado se le someterán cada dos años a la evaluación de sus desempeños mediante resultados a través de la Asamblea Nacional .

Bueno, existe mucha tela que cortar. Con una auténtica Asamblea Nacional Constituyente podremos reorientar el rumbo político, social y económico, educativo del país, hacia los retos que se avecinan, de lo contrario volveremos al ciclo de discordias interminables en este "Valle de Lágrimas“ denominada República de Panamá.